IMPORTANCIA DEL ESTUDIO GEOTÉCNICO EN LA SEGURIDAD Y COSTE FINAL DE LA EDIFICACIÓN
DAVID GUERRERO, Geólogo de ZULATU, junto a Fernando Aizpiri y Virginia Ormaetxea, cofirman el artículo sobre la «Importancia del Estudio Geotécnico en la seguridad y coste final de la edificación» publicado en la edición de Junio de la revista ARTE Y CEMENTO. En el artículo, que se reproduce a continuación, se incluye un decálogo de criterios para asegurar la calidad y validez de un Estudio Geotécnico para la edificación:
El análisis de las cimentaciones se define adecuadamente como un mal necesario. Si un edificio se construye sobre un afloramiento de roca firme, éste no precisará una cimentación. Por lo tanto, en contraste con el edificio en si mismo, que satisface unas necesidades específicas, seduce al sentido estético y ubica sus materiales con orgullo, las cimentaciones sirven meramente como un remedio para las deficiencias que la caprichosa naturaleza ha dado para el apoyo del edificio en el lugar seleccionado. Conociendo que no hay gloria unida a las cimentaciones, y que las fuentes de los éxitos o los fracasos se esconden profundamente en el suelo, las cimentaciones se han tratado siempre como hijastros; y sus actos de venganza por la falta de atención pueden ser muy embarazosos. (Karl von Terzaghi, Ingeniero Civil y Geotécnico, 1951).
IMPORTANCIA DEL ESTUDIO GEOTÉCNICO EN LAS OBRAS
El Estudio Geotécnico es el conjunto de trabajos de exploración, muestreo, análisis, modelización, cálculo e interpretación necesario para conocer con la precisión suficiente las características geológico-geotécnicas de un terreno en el que va a ejecutarse una obra. Se debe realizar previamente al Proyecto para que éste pueda definir las acciones al terreno. Se redactan Estudios Geotécnicos para diferentes intervenciones constructivas (puentes, carreteras, redes de saneamiento, túneles, etc.), pero el Estudio Geotécnico para la Edificación (EGE) tiene un carácter singular por ser obligatorio y porque que su alcance y contenido está regulado en el Código Técnico de la Edificación CTE.
Ya en el Decreto 462/71 se exigía que en la memoria y en el pliego de prescripciones técnicas particulares del Proyecto de Obras de Edificación de cualquier tipo se hiciera constar expresamente «una exposición detallada de las características del terreno y de las hipótesis en que se basa el cálculo de la cimentación de los edificios«. En la actualidad, la obligatoriedad del EGE está recogida actualmente en las siguientes Normas:
– Código Técnico de la Edificación CTE. Documento Básico SE-C Seguridad Estructural-Cimientos (R.D. 314/2006)
– Instrucción de Hormigón Estructural (EHE) (R.D. 1247/2008)
Hoy en día se edifica en terrenos cada vez más difíciles para cimentar. El auge de la construcción de los años ochenta y noventa ocupó al principio los terrenos más favorables y en los que era más barato edificar, para después ir edificando en los terrenos más complicados. Hoy en día se está construyendo en terrenos generalmente desfavorables: laderas inestables, rellenos, escombreras industriales o mineras, terrenos cársticos y un largo etcétera.
La importancia del EGE en una obra se mide en valores de seguridad. Tiene una importancia decisiva en la propia seguridad de la obra, principalmente en los casos en los que se realizan desmontes, vaciados, apantallamientos o cimentaciones profundas, acciones en las que siempre existe riesgo tanto para los trabajadores como para los edificios y estructuras cercanos. Tiene una importancia también decisiva en la seguridad futura del edificio ya que el EGE es el que especifica la forma en que se debe cimentar y con qué cargas, garantiza la resistencia del terreno por debajo de la cimentación hasta una profundidad suficiente, pero también analiza y valora los posibles riesgos geológicos como son la estabilidad global del terreno en donde se ha edificado, las inundaciones y avenidas, la sismicidad y la seguridad de los desmontes y taludes. En tercer lugar, el EGE cubre las responsabilidades legales y proporciona a las compañías de seguros las garantías necesarias para la contratación de seguros decenales. En este sentido es un documento de una especial importancia ya que estas compañías normalmente reaseguran una parte de sus seguros con compañías extranjeras.
CRITERIOS PARA EVALUAR LA CALIDAD DE UN ESTUDIO GEOTÉCNICO
El EGE es el único documento dentro del Proyecto de Edificación que constituye una investigación en sentido estricto a fin de resolver una completa indeterminación que es cómo va a comportarse el terreno. Precisamente por las graves repercusiones que el EGE puede tener en la seguridad es especialmente importante que sea un buen informe que cumpla todas las exigencias de calidad, lo que no siempre es fácil de comprobar ya que se trata de un documento en general muy técnico. Conocida esta dificultad, proponemos un decálogo de criterios por los que puede guiarse el Arquitecto para evaluar la calidad de un EGE.
- Primero: Pedir el currículo y el visado. No hay mejor garantía que la capacidad técnica y experiencia del autor ya que un EGE requiere un alto grado de especialización, principalmente en el caso de proyectos para edificios en donde se contemplan vaciados para varias plantas sótano, nuevas cargas de cimentación que pueden desequilibrar cimentaciones existentes, explanaciones con importantes desmontes y un largo etcétera. Debe exigirse siempre el visado porque supone una garantía de el técnico es competente y que se han cumplido los requerimientos del CTE.
- Segundo: Transparencia y trazabilidad. El EGE debe documentar claramente mediante fotografías y actas firmadas que los trabajos de exploración y los ensayos de laboratorio se han llevado a efecto sin lugar a dudas.
- Tercero: Pocos inventos. La exploración del terreno para un EGE se hace con sondeos de testificación continua, acompañados por penetrómetros superpesados DPSH y catas mediante retroexcavadora. Cuando la exploración ha sido realizada con “penetrosondas” “sondeos penetrométricos” o “sondeos a percusión” el estudio es sospechoso. Tampoco están admitidos los sondeos helicoidales y los métodos geofísicos sólo deben utilizarse en casos muy específicos, siempre acompañados de otros métodos de prospección para contrastar la información indirecta obtenida
- Cuarto: Profundizar hasta donde haga falta. La amplitud y profundidad de la exploración debe haber detectado y resuelto todos los problemas del terreno, reduciendo la incertidumbre de la información al mínimo exigible teniendo en cuenta las características del Proyecto. Los sondeos tienen que llegar a roca o al sustrato resistente y explorarlo al menos en dos metros más otros treinta centímetros por cada planta a construir. Los penetrómetros deben llegar hasta rechazo o hasta una profundidad en la que no existirá incremento de tensiones. Si los sondeos y los penetrómetros se quedan a una profundidad insuficiente el estudio no cumple con los objetivos.
- Quinto: Información clara y comprensible. El EGE se hace por y para un Proyecto. El terreno tiene que aparecer radiografiado en perfiles que muestran las capas del subsuelo de diferente comportamiento. Cada capa (o cuerpo de terreno) tiene una denominación geológica concreta, se encuadra en una clasificación unificada de suelos (USCS) y se le asignan una serie de propiedades geotécnicas: humedad, peso específico, índice de plasticidad, número N del ensayo de penetración estándar (SPT), cohesión, ángulo de rozamiento interno, etc.). La presencia de agua en el subsuelo debe quedar claramente definida, así como sus variaciones previsibles incluyendo la cota máxima estimada para el periodo de vida útil de la obra.
- Sexto: Parámetros de verdad. El terreno se define mediante sus parámetros geotécnicos que deben proceder realmente de ensayos de laboratorio sobre muestras del terreno tomadas en los sondeos. No existen ni son legalmente admisibles los parámetros obtenidos “en base a la experiencia del autor en terrenos semejantes”.
- Séptimo: No quedarse en las cimentaciones. Si un EGE se limita a resolver sólo las cimentaciones es incompleto. El informe debe dar recomendaciones sobre todas las acciones del Proyecto al terreno, no sólo limitarse a la cimentación (incluyendo sus posibles alternativas de tipología o nivel de apoyo). Es decir, debe analizar los desmontes y vaciados, y determinar la excavabilidad de los materiales y la estabilidad de los taludes resultantes. En caso de que se necesiten estructuras de contención debe definirlas y dar las tensiones del terreno.
- Octavo: Mirar más allá de la parcela. El EGE debe definir los grados de peligrosidad en relación con las condiciones geológico-geotécnicas observadas en el emplazamiento y en sus inmediaciones, ya que algunos riesgos geotécnicos como puede ser una inestabilidad global pueden trascender los límites de la parcela, y debe recomendar medidas de prevención y mitigación. Generalmente se comprueban, entre otros, la peligrosidad de riesgos por inestabilidad, inundación, por agresividad química al hormigón tanto de los materiales como del agua freática, la existencia de cavidades, la erosión potencial del suelo, la sismicidad, la alterabilidad potencial, la colapsabilidad y la expansividad.
- Noveno: Si es demasiado barato, o no se ha hecho o se ha hecho mal. El coste del EGE debe ser razonable en relación con las características del Proyecto constructivo y la dificultad del terreno. Dicha afirmación podría resultar obvia, pero para muchos no lo es tanto. Podemos partir de un principio: “el terreno no sabe de dinero”, que se explicará con dos ejemplos: Una edificación aislada y de pocas plantas (por ejemplo, un chalet unifamiliar) puede que se edifique en un terreno problemático, de manera que el reconocimiento geotécnico habrá de ser intenso. Por otro lado, un bloque para 70 viviendas puede proyectarse en un terreno de buenas capacidades portantes y sin riesgos que hagan peligrar la obra, de forma que el reconocimiento puede ser normal. La intensidad del reconocimiento viene marcada por el Proyecto y la calidad del terreno. Los estudios low-cost o para “cubrir el expediente” son siempre sospechosos, ya que el EGE no es un mero trámite que se incluye en el Proyecto.
- Décimo: No se hace en dos días. El tiempo de realización del EGE debe ser asimismo razonable. El EGE requiere dar los pasos siguientes:
– Ejecución de la campaña de prospecciones (calicatas, sondeos mecánicos o penetrómetros). Normalmente requieren el empleo de maquinaria y algunos medios auxiliares. También intervienen el número de prospecciones y su profundidad.
– Preparación y realización de ensayos de laboratorio. Interpretación de los datos y análisis del conjunto de resultados.
– Redacción y elaboración del informe: memoria, planos, fotografías y figuras. Diseño final y edición.
Sin pretender dar reglas fijas, en condiciones normales la realización completa de un EGE para edificación requiere de 20 días a 2 meses, siempre que se efectúen los trabajos acorde a la normativa vigente y a las buenas prácticas profesionales consensuadas a nivel internacional. Cuando el plazo de tiempo es pequeño en relación a los trabajos que se pretenden haber ejecutado, debe ponerse el informe bajo sospecha.
CÓMO INFLUYE LA INFORMACIÓN GEOTÉCNICA EN EL COSTE FINAL DE UNA OBRA
Aquí se aplica el principio de “a menor información mayor factor de seguridad”, o lo que es lo mismo: si los datos que tenemos del comportamiento del terreno son escasos o de baja calidad, nos vemos obligados a cubrir esa carencia adoptando soluciones con un grado adicional de seguridad, lo que necesariamente quiere decir soluciones más caras. Podemos tomar un ejemplo, un bloque de pisos sobre un terreno arcilloso con la roca profunda. Si la exploración y los análisis de muestras son escasos la decisión más segura será la cimentación a roca mediante pilotes, lo que supondrá un coste cercano a los 700.000 €. Una exploración detallada y una analítica con ensayos triaxiales y edómetros que permita valorar con precisión el comportamiento de las arcillas puede dar como solución una cimentación mediante zapatas o losa, con un coste no superior a 300.000 €. La exploración adicional habrá costado 2.000 €. Es decir, a mayor información geotécnica, cuyo coste es muy pequeño en el conjunto de la obra, menores gastos y mayor grado de seguridad.
La práctica habitual de “contratación salvaje a la baja” de los EGE, aparentemente beneficiosa para el cliente, lleva a unas recomendaciones de cimentación tan del lado de la seguridad que en realidad suponen un incremento de costes de construcción. Es muy habitual en España que los EGE para edificación se contraten a precios tan bajos que se acaban realizando con reconocimientos y ensayos insuficientes. El resultado final suele ser que, para paliarlo, se sobredimensionan innecesariamente las cimentaciones, asumiéndose inconscientemente unos sobrecostes de cimentación muy superiores al ahorro que se produjo en la contratación del EGE. Las compañías de seguros son conscientes de que la mayoría de las indemnizaciones por daños estructurales en edificios tienen su origen en deficiencias en los EGE. También las empresas constructoras sufren frecuentemente pérdidas económicas elevadas debido a la necesidad de paralizar sus obras cuando en los trabajos de excavación se aprecian fuertes discrepancias entre las conclusiones del EGE y la realidad. Menos conocido en general es que la mayoría de las cimentaciones que se suelen proponer están muy sobredimensionadas, aumentando los costes de la obra, que acaban siendo repercutidos al comprador final. Dichos sobrecostes, que son innecesarios, quedan asumidos como un falso aumento de la seguridad del edificio y al no ocasionar problemas quedan ocultos y nunca son reconocidos. Habitualmente, la mayor parte de dichos sobrecostes tienen su origen en que los EGE se ejecutan a costes muy bajos y el Geólogo se ve obligado a usar factores de seguridad desproporcionados, pero que permiten garantizar que la cimentación recomendada es totalmente fiable. El Geólogo tiende a forzar los cálculos del lado de la máxima seguridad posible porque es consciente de que desconoce, debido a la incertidumbre, el riesgo que realmente asume.
QUÉ RIESGOS SE CORREN SI UN ESTUDIO GEOTÉCNICO ES ERRÓNEO
Se pueden sintetizar en tres conceptos: muchos problemas, mucho tiempo y mucho dinero. Muchos problemas porque en la mayor parte de los casos los errores del EGE no suelen detectarse inmediatamente sino cuando la obra ha avanzado, tropezando con muchas dificultades o estancándose, lo que normalmente enfrenta a la contrata con la dirección de la obra y que lleva a la pérdida de confianza entre Promotor, Arquitecto y Contratista. Mucho tiempo porque va a ser necesario efectuar estudios complementarios, cuando no un EGE completamente nuevo, y ajustar el Proyecto a los datos reales del terreno. Mucho dinero porque a los costes de una obra parada habrá que añadir los costes adicionales en cimentaciones, estructuras de contención, etc. que el terreno realmente necesite.
Un EGE erróneo puede deberse a una exploración insuficiente, falta de ensayos de laboratorio, o inexperiencia que conduce a una mala interpretación de los datos obtenidos. Por desgracia también pueden darse informes fraudulentos en cuyo caso los datos que proporciona el EGE son completamente inventados o como mucho extrapolados de informes realizados en terrenos más o menos cercanos. Evidentemente, el error o el fraude se detectan a tiempo de subsanar sus efectos –al coste de problemas, tiempo y dinero -, porque la realidad del terreno se impone y normalmente es peor que la esperada. Por esto, en su mayor parte los EGE erróneos o fraudulentos son detectados en la fase de obra. Sin embargo puede darse un caso mucho más peligroso cuando el error, o el fraude, no se evidencian fácilmente. Podemos poner el ejemplo de un nivel blando bajo el plano de cimentación que no ha sido detectado porque los sondeos quedaron cortos o en caso fraudulento porque no se realizaron. En estos casos los problemas se evidenciarán cuando el edificio esté finalizado, en ocasiones incluso tras un periodo de tiempo relativamente prolongado, entre uno y dos años, y probablemente llevarán a la ruina completa del edificio.
Estadísticas de la aseguradora ASEFA expuestas en la 1ª Jornada de Geotecnia del País Vasco, Enero 2012, relativas a las causas de siniestros en edificios por causas geotécnicas. El porcentaje más elevado (33%) está causado por problemas de estabilidad, seguido por la cimentación en rellenos (19%)
Los datos estadísticos del periodo 2000-2011 de la aseguradora ASEFA, realizados sobre un 40% del total de las viviendas aseguradas en España en ese periodo, apuntan a que, aunque las declaraciones de siniestros por causas geotécnicas es de tan sólo el 3% con respecto a las declaraciones de siniestros totales, el 86% de los costes totales derivados de siniestralidad en la edificación se relacionan con causas geotécnicas. Es decir, el número de siniestros no es muy alto, pero son siniestros muy caros. Hay que tener en cuenta que la intervención en la cimentación una vez ocurrido un siniestro debido a causas geotécnicas no sólo es dificultosa sino también muy costosa. La experiencia europea, (datos de las aseguradoras francesas), demuestra que la falta o deficiencia de un EGE origina una siniestralidad con un coste tres veces superior a la que tiene su origen por otras causas.
La conclusión evidente es que un Estudio Geotécnico bien realizado, con un coste razonable en relación con el Proyecto y el terreno, y garantizado por el visado colegial, ahorra costes en la obra y garantiza la seguridad tanto de personas como de estructuras.
EN RELACIÓN A LOS CASOS FRAUDULENTOS, SITUACIÓN ACTUAL Y POSIBLES SOLUCIONES.
El Colegio de Geólogos detectó algunos informes falsos en los que se había suplantado la identidad del Geólogo e incluso en algunos casos se había impreso un falso sello de visado. Se tiene constancia de un total de 20 casos fraudulentos que han dado lugar a una querella penal contra una empresa por su reiterada emisión de informes falsos. Para entender la gravedad del caso basta decir que el Proyecto de un Centro de Salud de Vitoria-Gasteiz se apoya en uno de estos informes.
Evidentemente este fraude pudo detectarse debido a la obligatoriedad del visado, antes de la entrada en vigor del Real Decreto 1000/2010, y la alarma saltó al comprobarse que un informe aparecía firmado por un Geólogo fallecido. La revisión de los informes de la empresa implicada y el dictamen de un perito calígrafo permitió establecer la falsedad de otros informes y actuar vía demanda judicial, pero no se descarta que existan más casos de fraude en informes que aparentemente se ajustan en su contenido a lo exigido en el CTE. La presencia en el mercado de empresas que ofrecen realizar EGE a precios mínimos, difícilmente compatibles con la calidad, refuerza la sospecha de fraude.
La situación actual es que no existen mecanismos que garanticen la calidad de un EGE salvo la que ofrece el Colegio de Geólogos por medio del visado, que constituye la certificación de la habilitación legal profesional del firmante, de que se ha cumplido la normativa vigente, y de que el informe es correcto y suficiente. También muy importante es que el visado garantiza que el informe está cubierto por un seguro de responsabilidad profesional. Por otra parte, la lentitud de la Justicia favorece la actuación del defraudador, ya que la empresa demandada sigue en activo realizando informes en tanto en cuanto no se resuelva la querella.
Considerar al EGE un mero trámite administrativo está dando como resultado que se generen situaciones de riesgo en las edificaciones donde el EGE ha resultado insuficiente, e incluso inexistente. Aunque la labor de vigilancia para que estas situaciones no se produzcan debería recaer en la Administración, en la práctica no hay un organismo administrativo encargado de su cumplimiento. Al haberse eliminado la obligatoriedad de la mayor parte de los visados por la “ley Omnibus” (ley 25/2009), éste control recae de alguna forma por defecto sobre los Organismos de Control Técnico (OCTs) de las compañías de seguros, y principalmente, sobre los Colegios de Arquitectos que son los responsables de verificar todo el proyecto de edificación.
Como es lógico, esta verificación es de carácter formal y cualitativa y no da lugar a un control detallado del anexo de geotecnia, lo que por otra parte requeriría personal técnico especializado del que actualmente los Colegios de Arquitectos no disponen. La situación que se crea es paradójica ya que el arquitecto proyectista es responsable, por ley, de los fallos que puedan derivarse de un EGE insuficiente, incorrecto o ausente (Ley de Ordenación de la Edificación 38/2009, y art. 1591 del Código Civil).
Parece evidente que la solución pasa por un convenio de colaboración entre los Colegios de Arquitectos y el Colegio de Geólogos mediante el cual los Colegios de Arquitectos refuercen el control del cumplimiento del C.T.E en lo que se refiere al EGE, en interés propio, y el Colegio de Geólogos asuma la comprobación cualitativa de los informes actuando con el máximo rigor. Este convenio, que confiamos se alcance en un futuro inmediato, supondrá la mejor garantía para el proyectista, para el constructor, y principalmente para el conjunto de la sociedad.
Foto 1. Desplome de un talud en las obras de edificación de una vivienda unifamiliar. El desmonte para la vivienda preveía un talud de carácter permanente que no había sido estudiado.
Foto 2: Ruina de una vivienda bifamiliar debido a los empujes de una ladera. La fachada posterior de la vivienda actuaba como muro de contención de una ladera inestable. El proyecto fue realizado sin EGE.
Foto 3: Vivienda cimentada superficialmente sobre una losa, desplazada por un deslizamiento de ladera. El plano de deslizamiento ha pasado bajo la cimentación. Altea, 2009. (Fotografía por cortesia de KRILL GENERADORES)