CONTROL Y MANTENIMIENTO DE TALUDES EN ÁREAS URBANAS Y URBANIZADAS
El desprendimiento de ladera producido el 21 de Abril de 2012 y que obligó a desalojar el edificio de viviendas situado en el número 3 de la calle Sakona de Ermua (Bizkaia) debe servir para tomar consciencia de que ciertos taludes permanentes excavados durante obras de urbanización y/o edificación localizados muy cerca de viviendas o zonas transitadas deben ser inventariados, inspeccionados y monitorizados a fin de proteger a la ciudadanía.
Las rocas y los suelos excavados sufren procesos de alteración y descompresión a lo largo de los años debido a la exposición al aire y al agua (en forma de lluvia y heladas) que conlleva un empeoramiento de sus propiedades geomecánicas muy difícil de estimar en fase de anteproyecto o de proyecto. A estos procesos hay que sumar un factor geomorfológico clave como es la pendiente: más del 65% de la superficie del Municipio de Ermua tiene una pendiente superior al 30% (lo que clasifica esos terrenos como desfavorables según el Código Técnico de la Edificación (CTE) de 2006, que prescribe y regula la ejecución y redacción de los Estudios Geotécnicos para la edificación), y esta misma situación puede extenderse a otros municipios vascos. Un último e importante factor a destacar es que se trata de un área muy humanizada, en la que las actuaciones no sólo se concentran en los fondos de valles, sino que la presión urbanística ha obligado a los municipios a urbanizar las laderas, en las que la urbanización de las edificaciones ha modificado fuertemente las condiciones naturales del terreno.
Los Geólogos somos conscientes de que los riesgos geológicos trascienden de los límites del emplazamiento cuando realizamos los Informes Geotécnicos, y sobre todo de que la complejidad orográfica, estratigráfica y tectónica implica en ocasiones cierto grado de incertidumbre. Según la normativa vigente, la realización de una excavación debe asegurar que las actividades constructivas previstas en el entorno de la misma puedan llevarse a cabo con seguridad. Si el talud proyectado es permanente, estas mismas garantías se deben extender al periodo de vida útil de la obra que se realice. Al Colegio de Geólogos del País Vasco no le consta que las Diputaciones o Ayuntamientos dispongan de una planificación general de vigilancia y auscultación de los taludes permanentes asociados a obras de urbanización y/o edificación, y los aspectos geotécnicos de estos trabajos de conservación y mantenimiento no han sido estudiados y desarrollados con la misma intensidad que en los taludes asociados a la red viaria vasca. Los taludes excavados en nuestras carreteras son inspeccionados por la Administración desde 2003 mediante un plan de control y revisión que comprueba tanto la alteración, fracturación y deformación de los materiales excavados como el estado e integridad de los elementos de sujeción (bulones, anclajes…), ya que las condiciones de seguridad de los anclajes al terreno puede variar con el tiempo, sobre todo si se modifican las características del entorno en el que están dispuestos. En primer lugar se establece el nivel de riesgo de cada zona y se completa con visitas in situ en las que los Geólogos y otros técnicos reparan si hay grietas, deformaciones, etc. Se debería reflexionar sobre la introducción de la obligatoriedad de estudios específicos de estabilidad y de un plan de visitas prescriptivas de inspección y control del entorno de taludes permanentes y de elementos de sujeción a partir de cierta altura de excavación o en ciertos tipos de terreno desfavorables, e incluso sobre el establecimiento, a semejanza de la inspección técnica de los edificios, de un programa de inspección y control de las condiciones de seguridad geotécnica de las viviendas.
La vigente Ley del Suelo del País Vasco de 2006 especifica que un terreno no es adecuado para el desarrollo urbano y por tanto no se puede clasificar como urbanizable cuando la transformación urbanística provoque o no elimine riesgos ciertos de desprendimientos o corrimientos (entre otros), lo que pone de relevancia la importancia de los Estudios Geotécnicos no sólo para la edificación sino también en la fase previa de Ordenación y durante la urbanización. Desde el Área de Geotecnia del Colegio de Geólogos del País Vasco se recuerda el deber de cumplir el artículo 15 del Texto Refundido de la Ley del Suelo estatal de 2008, que obliga a elaborar mapas de riesgos naturales con carácter previo a los planes generales de ordenación urbana de los municipios. Las leyes del suelo autonómicas deben incluir la exigencia de la vigente Ley del Suelo estatal para evitar catástrofes naturales que puedan provocar daños materiales y humanos en el futuro. Asimismo, se destaca la importancia, sin caer en el alarmismo, de llevar a cabo campañas de formación y educación al ciudadano para concienciarlo de los posibles riesgos naturales a los que está expuesto en cada municipio y cómo actuar frente a ellos.
A esta situación se le suma la falta de supervisión legal y formal de los Estudios Geotécnicos para la edificación producida con la entrada en vigor del Real Decreto 1000/2012, que suprimió la obligatoriedad de los visados de los Estudios Geotécnicos. Con el visado de los Estudios Geotécnicos por parte del Colegio de Geólogos, los ciudadanos quedaban protegidos en cuanto a la calidad y legalidad formal del Informe y en cuanto a la responsabilidad a través de un Seguro de Responsabilidad Civil.
En el caso de Ermua, es encomiable la diligencia y rapidez con la que se reunió en el emplazamiento una Comisión Técnica de Coordinación y Seguridad (formada, entre otros, por un Geólogo Colegiado, Técnicos de Protección Civil, un Coordinador de Emergencias del Gobierno Vasco y Arquitectos Municipales), que tomó medidas de monitorización de las fisuras provocadas en uno de los pilares del edificio por el impacto de bloques y diseñó una plataforma para garantizar la seguridad temporal de las viviendas mientras se acomete el saneo y estabilización de la zona afectada. Pero una reflexión serena obliga a reconocer que sólo la casualidad evitó que hubiera víctimas, y para evitarlo en el futuro es preciso aplicar esa misma efectividad y diligencia, desde ahora mismo, a medidas de control y prevención. Los medios técnicos y científicos existen y lo que se requiere es aplicarlos.
Fdo: DAVID GUERRERO DIEZ, Vocal del Área de Geotecnia del Colegio de Geólogos del País Vasco.
PD: Os recomiendo ver este video de Youtube sobre el Proyecto MOSSAIC (Community-based landslide risk reduction)